Cinismo y desvergüenza del “Bebo”

Manuel Fernando López

Como cuesta en este oficio, donde llevo navegando más de treinta años, no volverse cínico, no vomitar ante tanta impudicia de quienes sin rubor alguno tiraron sus ropajes partidistas en aras de “no vivir en el error” y, seguir pegados a la generosa teta presupuestal.

Aquellos que se rasgaban las vestiduras y arrojaban cenizas sobre sus cabezas como buenos fariseos y, fustigaban a quienes no comulgaban con ellos, fuera en el PRI, en el PAN, o demás partidos; hoy viven felices en el arca de Noé – entran todo tipo de animales—que es la cuatro T.

Y, no solo desertaron y traicionaron sus dizque “principios” partidistas, sino que además trajeron consigo a los diversos puestos que ocupan ahora en el gobierno, a una cauda de parientes y, demás rémoras prófugos de la decencia; peor aún: muchos con expedientes para meterlos a la cárcel por bandidos.

¿De quién o quiénes hablas columnista..?

Sobran los nombres de tales especímenes que cayeron en la licuadora del Frankestein creado por AMLO, del mesías que perdona todos los “pecados” políticos de quienes abrazaron su “credo” en contra de la corrupción y, de aquello que “no somos los mismos..”.

No, tiene razón, salieron peores, pero ahora es “nuestra corrupción” ; nada que ver con la de antes, la que practicaron a decir basta, personajes como el secretario de gobernación, Adán Augusto Hernández, Manuel Bartlett Díaz y una cauda enorme de vividores.

Experto total en el tema de corrupción en este gobierno –amén de otros– de Alfonso Durazo Montaño, es Carlos Ernesto Zatarain González, coordinador general del Consejo Estatal de Concertación para la Obra Pública, el Cecop.

Como Saulo de Tarso en camino a Damasco, supo “ver la luz” y subirse al carro de la 4T, dejando atrás sin rubor alguno al partido—PRI—que tantos puestos le dio y, con ellos la suficiencia económica para olvidar quebrantos y penurias en este aspecto.

Claro, total, qué más da otra traición, para quien entiende la política como el arte de hacerlo y, de paso llevarse con él a su hijo Jorge Carlos Zatarain Mungaray más otros parientes para “colgarse” de la nueva liana ofrecida por el gobernador, quien parece olvidó aquello de “en mi gobierno no habrá una sola rata”.

Sale la lista de los fieles devotos, prestos a hincar sus lomos ante el “bebo” en el Cecop y, en franca burla de la “austeridad franciscana”, cobrando que es un encanto por sus “sacrificios” por el “pueblo noble y sabio”.

Lea usted lector, la siguiente lista y, cuide sus niveles de azúcar, por aquello de los recibos de la luz, del agua prediales, Coppel y demás vampiros con los que debemos vivir los “jodidos”.

El primero, director de administración y servicios , Raúl Villarreal Coronado, concuño y compadre del “bebo” , mismo que arrastra varias demandas por desvío de recursos cuando fue oficial mayor del entonces alcalde Zatarain.

Claro, un funcionario con tan buenos sentimientos como “el bebo” no podía dejar fuera a su ahijada, Cyntia Karina Acuña Serna como directora de apoyo social y con nivel 11 e impuesta de manera arbitraria por su amado “nino”, causando fricciones al interior.

Sale otro pariente en la nómina: Brandon Andrés Aguilar Aguayo, asistente de atención ciudadana con nivel ocho, cuñado del secretario particular del “bebo” y, la hermanita de este joven es la asistente del director del plantel Conalep en Hermosillo, donde hace poco se realizó una obra cercana a los tres millones de pesos y, en la cual el fariseo del “Bebo”, más que rápido “tendió la cama” para hacerla rápido; con todas las dudas del procedimiento de licitación y demás permisos requeridos.

Otra joya de esta corona: Rogelio Mexia Quintero, funge –o finge—como promotor social nivel 11 y, con sueldo cercano a los treinta mil pesos; quien fuera como él, compadre y amigo del coordinador general.

Tranquilo lector: va otro “amigo y recomendado” : Jesús Vega Rivas, dizque ingeniero –¿en qué?—y, obviamente con un sueldo cercano a los treinta mil pesos.

Viene la mejor muestra de cuánto le importa al corrupto y traidor del “bebo” algo que se llama moral y ética: trae como chofer nada menos que a Pascual Manuel Valdivia Cerda, ex jefe de la policía en Guaymas en el período 2003—2006 siendo alcalde el “bebo” Y, sobre quien abundan acusaciones de corrupción; le debe traicionar su pasado porque aún cuando aparece en el organigrama como auxiliar, no aparece en fotografía oficial alguna.

Total: todos felices en parafraseando a Vito Corleone –Marlon Brando—en la inolvidable película “El Padrino”, “somos la cosa nostra”; primero sus parientes, los negocios, los “moches” ; después, servirle a la sociedad,

Primero ellos, los “tarzanes “ del engendro de la 4T; los que se sobaron el lomo para llevar a Alfonso Durazo a la gubernatura, que se jodan.