#StoryTime Hermosillense denuncia y documenta actos de corrupción en la Aduana de Nogales

Águeda Barojas Ontiveros

Luz de Luna, una joven hermosillense que radica en Suiza y que regresó a México y a Sonora el día de ayer viernes, denunció públicamente la corrupción que impera en la Aduana de Nogales.

A través de sus redes sociales contó la historia que vivió en el camión 295 de la línea Tufesa al llegar a la Aduana, en donde les cobraron a los pasajeros 5 dólares por no revisar sus maletas.

A continuación la historia narrada por la abogada y feminista sonorense.

Story time de mi bienvenida a México:

Vivo en Suecia, vengo a visitar a mi familia. Viajé en avión hasta Phoenix. Ayer me vine a Hermosillo en el camión 295 de transportes TUFESA desde Phoenix a las 14:30. En cuanto crucé la frontera de Estados Unidos todo fue turbio.

Llegando a la aduana de Nogales, alrededor de las 7:15 PM se estacionó el camión y con el consentimiento del chófer, en lugar de que se subiera un soldado para anunciar revisión y pedir a pasajeros que bajen sus pertenencias, se subió un hombre. #Corrupcion

Muy tranquilo preguntó si estaban de acuerdo en pagar cinco dólares por pasajero para evitar la revisión de las maletas. Me hirvió la sangre de coraje e indignación. Ni bien llego al país y salen con esta corrupción descarada. Se ve que lo hacen a diario.

La gente empezó a sacar el dinero y el avanzó por todo el pasillo sin pena alguna hasta el fondo del camión recogiendo a manos llenas el dinero.

 -No traigo dinero y no voy a pagar- le dije en voz alta.

¿No traes nada? ¿Ni un dólar? insistió.

-No, no traigo nada.

Siguió de largo seguro de que por una que no pagara no habría más problema. Escuché que el chofer, él y otros acordaron que se bajarían unos ocho hombres con sus maletas nomás para hacer una bolita de gente y que se vea como si sí hubieran hecho revisión. O sea pura simulación.

Emperrada me paré y les dije, yo no voy a pagar nada y voy a bajar mis maletas para revisión. La señora de enfrente de mi asiento me dijo sin voltear a verme, yo te pago y estiró su mano con los cinco dólares.

No señora. Estoy harta. Me fui del país por este cochinero y regreso y está peor, no lo voy a tolerar. Por eso las cosas siguen igual. Bajé del autobús y todos se andaban haciendo ojo de hormiga. No se esperaban una reacción en contra

Me bajé sola del bus y pedí que revisaran mi maleta porque yo no iba a pagar.

-Aquí no hay maletero, tú vas a tener que bajar sola tu maleta, me dijo con voz retadora.

-¿Aaah sí? Le respondí más encabronada

Dile a toda la gente que venga y baje sus maletas porque fui la primera en subirme y mi maleta está debajo de todas.  Me acerqué al soldado encargado, todos quietos, sin decir, ni hacer nada. Exigí cumplir con la inspección. Aquí está sin ninguna maleta

-Sí, sí vamos a revisar, dijo con voz pero sin moverse y sin dar ninguna orden para bajar maletas.

-Pues no parece, díganle a la gente que baje sus maletas y que les devuelvan el dinero que están pidiendo. Empezaron cuchicheos entre soldados, el chofer y el que pidió el dinero.

Van a tener que bajar todas las maletas para revisión. Confirmó sin ganas a los otros.

Por fin empezaron a bajar maletas. Empecé a tomar fotos y videos a responsables. El fulano gritó “oficial, oficial me está grabando”. Muy confiado de su respaldo.

El soldado sí lo respaldó:

¿señora, está grabando?

¿Por?

Está prohibido grabar mire, aplica una multa, me dijo señalando un letrero.

¿Ah conmigo si se pone muy picudo, muy legal, pero se queda callado para cobrar por no revisar?

Ese letrero de prohibido celular me indicó

Tuve miedo de que me sembrarán algo. Me quedé viendo mi maleta hasta que cerraron puerta del maletero. Una no queda tranquila, ni segura. Así fue la bienvenida a mí país. Recordé por qué me cansé, por qué me fui. Mis regresos son por la gente que amo.